Caso Australis Seafoods: ¿Inacción Reguladora o Falencia Sistémica en el Control Ambiental?

El reciente escándalo que involucra a la salmonera Australis Seafoods ha sacudido al sector acuícola chileno, revelando una compleja trama de sobreproducción, presuntas irregularidades administrativas y cuestionamientos a la labor de fiscalización ambiental durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera.

Sobreproducción y autodenuncia

En octubre de 2022, Australis Seafoods, actualmente controlada por la multinacional china Joyvio, se autodenunció ante la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) por haber sobre producido más de 100 mil toneladas de salmón en 33 centros de cultivo ubicados en el sur de Chile. Esta acción desencadenó un proceso judicial que incluye una querella por estafa, administración desleal y un juicio arbitral relacionado con la millonaria venta de la compañía en 2019 por US$921 millones.

Acusaciones cruzadas entre administraciones

La autodenuncia apunta a la administración anterior, acusándola de operar intencionalmente por sobre los límites de producción permitidos para inflar artificialmente el valor de la empresa antes de su venta. Por su parte, la administración niega haber ocultado irregularidades y acusa a Joyvio de continuar con las prácticas de sobreproducción tras la adquisición.

Inacción de la SMA y advertencias previas

Correos electrónicos internos de ejecutivos de ambas administraciones revelan que, meses antes de la autodenuncia, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) había detectado y reportado la sobreproducción de Australis a la SMA. En enero de 2022, el gerente de administración y finanzas de Australis advertía sobre el aumento de la fiscalización y la necesidad de gestionar la crisis a través de reuniones "informales" con la Superintendencia. Además, se señaló que, dentro de la SMA, habría existido una "decisión política" para "frenar" el avance de las sanciones.

Implicancias legales y ambientales

Este caso pone en evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos de fiscalización ambiental y de garantizar la transparencia en las operaciones de las empresas salmoneras. Además, resalta la importancia de una supervisión efectiva por parte de las autoridades para prevenir y sancionar prácticas que puedan comprometer la sostenibilidad del medio ambiente y la confianza en el sector acuícola chileno.

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